Liliana Leiva, quien se desempeñó como concejal entre 2019 y 2023, declaró que la obligaban a retirar dinero de cajeros automáticos utilizando tarjetas de débito que eran confiscadas a empleados contratados. Este caso tiene paralelismos con el de "Chocolate", un hombre que fue detenido con múltiples tarjetas de débito de personas nombradas en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires.

Los cargos que Leiva ha dado a conocer incluyen malversación de fondos públicos, prostitución, y acoso laboral, emocional y verbal, los cuales decidió revelar tras varios años de silencio.

Leiva acusó a Bussi de haberla obligado, durante años, a sacar dinero de cajeros automáticos con tarjetas de débito pertenecientes a personas contratadas en el Concejo capitalino. Según ella, a estos empleados solo se les entregaba una pequeña parte de sus sueldos, mientras que el resto era retenido. La ex concejal detalló que empezó a trabajar con Bussi en 2009 y fue su secretaria desde 2015 hasta 2019, año en que fue elegida como concejal por Fuerza Republicana, cargo que ocupó hasta 2023.

En su declaración ante la policía, Leiva describió: “Desde 2015 a 2019 fui secretaria del entonces concejal Ricardo Bussi, y durante un tiempo también trabajé para el concejal Eduardo Verón Guerra, que compartía oficina con Bussi. Durante ese periodo, realizaba el trabajo de retirar dinero por las noches de los cajeros automáticos con tarjetas de débito retenidas a empleados, a quienes solo se les daba una fracción de su salario”.

La denuncia de Leiva fue presentada en la Comisaría 5 de la Capital y luego remitida a la Fiscalía Regional del Centro Judicial Capital, dirigida por Fernando Blanno. Debido a que Bussi y Verón Guerra poseen fueros parlamentarios, la denuncia se procesará a través de esta oficina especializada y no mediante una fiscalía penal común.

Leiva también declaró que Bussi la obligaba a "pagar a las mujeres que lo extorsionaban cuando no quedaban satisfechas con lo que él les pagaba por encuentros sexuales". La ex concejal mencionó que, en esas circunstancias, fue agredida físicamente en dos ocasiones por estas mujeres.

Leiva señaló que durante su tiempo como concejal, entre 2019 y 2023, se vio forzada a ceder el presupuesto destinado al personal de su oficina a Bussi. “Durante esos cuatro años, el presupuesto que se le asignaba a cada concejal se lo entregué a él. Ese era el acuerdo: yo no tocaría ese dinero y me quedaría solo con mi salario, que era significativo", explicó.

Además, Leiva afirmó haber recibido amenazas en su hogar, razón por la cual solicitó protección policial tanto para ella como para su hija.

Por último, la ex concejal también acusó a Eduardo Verón Guerra de acoso laboral, emocional y verbal durante su tiempo como concejales, declarando que "desde 2019 a 2023, él constantemente me humillaba, me descalificaba y me maltrataba".